En el ámbito de la estética profesional, uno de los conceptos más relevantes —y también más malinterpretados— es el del FPS o Factor de Protección Solar. Muchas personas creen que un FPS alto garantiza protección prolongada en el tiempo, cuando en realidad se trata de un multiplicador del tiempo que la piel tarda en enrojecerse sin protección solar.
El FPS es un multiplicador, no una duración fija
Tal como explica la facialista y especialista en cuidado cutáneo Jenifer Alonso:
“El FPS indica cuántas veces más puede la piel exponerse al sol sin quemarse, en comparación con no usar nada. Pero eso no significa que esa protección se mantenga intacta durante ese tiempo”.
Por ejemplo, si una piel comienza a enrojecerse tras 10 minutos de exposición solar sin protección:
- FPS 15: 10 minutos × 15 = 150 minutos de protección teórica
- FPS 30: 10 minutos × 30 = 300 minutos
- FPS 50: 10 minutos × 50 = 500 minutos
No obstante, en condiciones reales estos valores se ven comprometidos por diversos factores.
¿Qué factores reducen la eficacia del protector solar?
Desde el momento de su aplicación, la efectividad del filtro solar comienza a disminuir, sobre todo en condiciones de exposición prolongada. Entre los factores que más interfieren se encuentran:
- Sudoración
- Contacto con el agua, incluso en fórmulas “resistentes al agua”
- El roce con prendas de vestir o toallas
- Contaminación ambiental y calor excesivo
- Contacto físico frecuente con el rostro o el cuerpo
Según Jenifer Alonso:
“Ningún fotoprotector es infalible si no se reaplica adecuadamente. Factores externos y hábitos cotidianos aceleran la pérdida de eficacia”.
Recomendación profesional: reaplicar cada 2 horas
Durante la exposición solar prolongada —ya sea en la playa, haciendo deporte o simplemente caminando al aire libre—, se recomienda de forma profesional reaplicar el protector solar cada 2 horas, independientemente del FPS que se utilice.
“Una persona puede aplicar FPS 50 por la mañana, pero si no lo reaplica durante el día, es como si no llevara nada después de unas horas”, señala Alonso. “Especialmente tras tratamientos estéticos, es fundamental proteger la piel con constancia”.