A diferencia de la medicina estética tradicional, centrada en disimular arrugas dinámicas o reponer volúmenes mediante productos de efecto inmediato, la medicina regenerativa trabaja en la causa, no solo en el síntoma. En la revista Vida Estética & Spa edición junio-julio, las Dras. Natalia Ribé, Carmen Górriz y Adriana Guerra nos hablan sobre los mejores activos para rejuvenecer sin alterar la biología de la piel.
Dra. Natalia Ribé, fundadora y directora del Institut Dra. Natalia Ribé
“La medicina estética regenerativa posibilita que el propio paciente regenere los tejidos por sí mismo. Esa regeneración tisular permite rejuvenecer tanto el rostro como el cuerpo de forma natural y prolongada. Estos tratamientos se apoyan en la habilidad innata del cuerpo para repararse”.
¿Cuál es su activo preferido y por qué?
Sin duda, los complejos híbridos cooperativos (CHC) basados en ácido hialurónico natural, puro, sin ningún tipo de aditivo químico. El tratamiento con CHC permite que el propio paciente restaure el tejido graso subcutáneo por sí mismo. En particular, CHC como Structura está formado por moléculas estables fruto de la fusión térmica patentada, tecnología Nahyco, de dos ácidos hialurónicos que pueden amplificar la señal metabólica propia de un ácido hialurónico. Por eso, funcionan como un auténtico activador celular de alto nivel. Es el único con indicación aprobada para restaurar el tejido graso facial que perdemos con el tiempo.
Dra. Natalia Ribé.
¿En qué casos recomienda utilizar ese activo?
Es un tratamiento indicado para quienes sufren pérdida de volumen relacionada con la edad u otras variables intrínsecas y extrínsecas. Por ejemplo, pacientes que han experimentado una pérdida rápida de peso o tienen lipodistrofia facial debido a la práctica de ejercicio intenso. También lo recomiendo a personas que buscan una solución no invasiva para mejorar sus rasgos faciales de manera natural.
Tras el tratamiento, se produce un aumento del grosor de la piel debido a la restauración del tejido adiposo. La piel se nota más suave y firme y se aprecia una mejora notable y duradera del volumen perdido en la zona centro facial. Los estudios clínicos muestran también una reducción significativa de las arrugas debido a la mejora sustancial de la calidad de la piel. Es una opción segura, rápida y sin efectos secundarios para todas las pieles, incluso las más sensibles.
¿Qué le espera a la medicina estética regenerativa a corto plazo?
El sector se dirige hacia un enfoque preventivo que contemple el tratamiento de manera personalizada. Es decir, el desarrollo de protocolos adaptados a la edad y variables tanto intrínsecas como extrínsecas del paciente.
Este enfoque minimizará la huella estética o impacto que producen los diferentes tratamientos estéticos en el rostro a lo largo del tiempo. Esa huella estética puede ser positiva si los resultados son naturales, resaltan la belleza natural y no alteran radicalmente la apariencia del paciente. Los productos seguros, aprobados y tratados con medida, centrados en la regeneración tisular, van a crear una huella positiva. En esos avances, a corto plazo, los complejos híbridos cooperativos van a seguir al pie del cañón.
Lee el reportaje completo en la revista Vida Estética edición junio-julio.