El lipedema es una enfermedad crónica que afecta sobre todo a las mujeres. Marta Pluvins, fisioterapeuta dermatofuncional explica cómo trata esta afección.
El lipedema es la distribución de grasa desproporcionada que afecta a las extremidades superiores e inferiores, sin incluir manos y pies. Por el contrario, el tronco permanece con aspecto delgado, siempre y cuando no haya obesidad. La afectación siempre es bilateral (en ambos lados del cuerpo) y simétrica. “Me gustaría resaltar que el lipedema no responde a dietas convencionales ni al ejercicio físico, lo que complica su abordaje. Esto afecta de manera importante a la salud mental de quien la padece”, subraya Marta Pluvins, especializada en fisioterapia dermatofuncional, terapia manual y suelo pélvico.
Principales responsables
La fisiopatología que causa el lipedema no está del todo clara, aunque se pueden destacar algunos responsables:
- Predisposición genética. Un 64% de las encuestadas de un estudio reciente tienen familiares con lipedema.
- Cambios hormonales influenciados por los estrógenos. Estas alteraciones almacenan más grasa en las células del tejido adiposo o adipocitos.
- Disfunción primaria microvascular en los capilares linfáticos y sanguíneos.
- Compresión de vasos nerviosos que provoca una percepción aumentada del dolor.

Cómo reconocerlo
Muchas veces, el lipedema se puede confundir con un caso de obesidad. Pero una vez hecha la cirugía bariátrica, sigue presente la sintomatología del lipedema:
- Aumento anormal y excesivo de tejido graso (hipertrofia) en ambas piernas.
- Sensación de peso y tensión en las piernas afectadas, dificultando la vida diaria.
- Dolor a la presión y al tacto.
- Tendencia a la aparición y formación de hematomas, varicosidades, infecciones y marcas vasculares alrededor de los depósitos de grasa.
- Los perímetros de las extremidades no cambian, a pesar de dietas estrictas e hipocalóricas.
- Los síntomas empeoran a lo largo del día.
- Desórdenes alimentarios y perturbaciones psicológicas, entre otros síntomas.
Tratamiento multidisciplinar
El lipedema es una patología que requiere de un tratamiento multidisciplinar, ya que en ocasiones no responde a tratamientos clásicos. Además, se cronifica y puede llegar a evolucionar en diferentes estadios. “Los pacientes deben ser educados sobre la necesidad de aceptar su condición, entenderla y modificar su manera de vivir”, recomienda Pluvins.
En cuanto a su abordaje, el lipedema se puede tratar mediante un tratamiento clásico o una intervención quirúrgica si la primera opción no funciona.
Tratamiento clásico. El principal objetivo es disminuir los síntomas, por encima de mejorar la apariencia de las extremidades. Los procedimientos recomendados son:
- Drenaje linfático manual, terapia compresora (medias creadas y diseñadas a medida), fisioterapia y terapia manual que ayude a mejorar y disminuir la fibrosis y la movilidad.
- Ejercicio físico, preferiblemente disciplinas como natación, plataformas vibratorias (15-42HZ), máquina elíptica, bicicleta estática, andar y refuerzo muscular. “Los pacientes de lipedema también poseen un 30% menos de musculatura. Es importante prestar atención a la musculatura postural y del suelo pélvico”, explica.
- Tecnologías como la radiofrecuencia monopolar capacitiva resistiva, el ultrasonido terapéutico, el HIFU y la criolipólisis promueven la lipólisis, la apoptosis (destrucción celular) del tejido graso, disminuyen el edema, calman el dolor y reducen el grado de inflamación. La terapia LED también fomenta la lipólisis, alivia el dolor y regula la inflamación.
- Tratamiento nutricional específico (sobre todo alimentación antiinflamatoria, dieta ketogénica y suplementos).
- La cúrcuma puede ayudar a paliar la inflamación a largo plazo; mientras que la centella asiática, conocida por sus propiedades venotónicas, puede reducir la sensación de piernas cansadas y fatigadas. Los flavonoides mejoran la microcirculación y el drenaje linfático.

Marta Pluvins.
Caso práctico de lipedema
Desde hace cuatro años, Pluvins trata un caso de lipedema. La paciente, de 35 años, ya ha pasado por un segundo embarazo y ha sido intervenida de liposucción y retoque posterior. El tratamiento que siguió tenía como objetivo drenar, tratar la grasa acumulada y liberar fibrosis, adherencias y control de la inflamación. “Había que mejorar la calidad de la piel y la flexibilidad de la persona, disminuyendo el dolor”, afirma Pluvins. En concreto, se le prescribió:
- Alimentación antiinflamatoria muy concreta que incluía la toma de pescado, omega 3 y 6 y verduras.
- Terapia compresiva con medias a medida.
- Tratamiento de fisioterapia dermatofuncional o fisioestética centrado en radiofrecuencia Indiba y terapia de liberación miofascial Beautystim. Se puede complementar con drenaje linfático manual, sobre todo durante el embarazo. Las sesiones se realizaban entre una y dos veces por semana.
Tratamiento posquirúrgico un mes después de la intervención. El objetivo inicial era bajar el edema y el dolor, además de prevenir la formación de fibrosis y tratar las cicatrices. Después, era necesario seguir con la prevención de la formación de fibrosis y posibles adherencias, reafirmando la piel. Con el tiempo, se pasó de dos sesiones semanales a una.
Mantenimiento. Actualmente, se efectúa una sesión cada mes y medio para prevenir y frenar el posible avance de la enfermedad y sintomatología de pesadez de piernas.
El papel de las esteticistas y terapeutas
En cuanto a las pacientes, es importante el acompañamiento estético, pero, sobre todo, hacerlas sentir bien consigo mismas. Además, el lipedema requiere un buen dominio de su fisiopatología y de las terapias elegidas. “El tratamiento estético no debe centrarse en mejorar la circulación, el drenaje y el tratamiento de la grasa localizada, descartando un concepto de bienestar y wellness”, sugiere. Como tratamientos recomendables, cita: drenaje linfático manual, presoterapia, criolipólisis, radiofrecuencia monopolar tipo Indiba, Terapia LED (Tanit), liberación miofascial IASTM Beautystim, terapia vibratoria y terapia de esferas (Endospheres y Biosphere).
Lee este y otros reportajes en nuestra edición de octubre-noviembre de Vida Estética & Spa.