Este otoño 2025 las uñas abrazarán tonalidades que evocan tierra, confort y sofisticación. Los marrones, especialmente aquellos con matices rojizos o terracota, se posicionan como protagonistas absolutos, infundiendo una sensación acogedora y cercana. Uno de los tonos más destacados es el “Mocha Mousse”, elegido por Pantone como color del año, ideal para manicuras minimalistas en beige cálido y crudos neutros. Paralelamente, el marrón chocolate y el caramelo aparecen en versiones más profundas y elegantes que respetan la estética otoñal.
Los tonos vinosos y burdeos siguen ganando fuerza por su capacidad de aportar misterio y distinción, especialmente en uñas cortas pero impactantes. Además, los rojos intensos en su vertiente cereza devuelven sensualidad y un toque clásico siempre vigente. Pero la paleta no se limita a la calidez terrestre: el verde olivo y el pistacho suave suman frescura otoñal, reinterpretando la naturaleza desde perspectivas más sofisticadas y modernas.
Para quienes prefieren tonos profundos, el azul oscuro —como navy o inky blue— gana adeptos por su sobriedad urbanita y su capacidad de combinar con looks discretos o refinados. El negro brillante, refinado y moderno, emerge como un neutral alternativo al estilo gótico, pero pulido y contemporáneo. Los acabados metalizados también tienen su espacio, especialmente el plata y el dorado que se traducen en detalles o manicuras completas con brillo dramático. Las superficies “glaseadas” o perladas, continuación del efecto glaseado tan característico de los 90, se reinventan con satinados brillantes que aportan una luminosidad refinada y elegante.
La manicura del otoño 2025 también se viste de arte y textura: los diseños con lunares, perlas y glaseados se combinan entre sí para crear estilos lúdicos y sofisticados. La nostalgia Y2K vuelve con fuerza a través de mariposas, flores sutiles y acabados cromados tipo “cat eye”, que apuestan por detalles texturados que reavivan la estética retro sin caer en lo exagerado.
Este otoño 2025 ofrece una paleta equilibrada entre tonos cálidos y reconfortantes —como marrones, terracotas, vino y caramelo— y alternativas sofisticadas como verdes olivo, pistacho y azules profundos. A estos se suman acabados modernos: metalizados, glaseados satinados y detalles en 3D o con aire vintage. La temporada combina elegancia sobria con toques creativos y nostálgicos, permitiendo adaptar la manicura a todos los estilos, desde lo minimalista y urbano hasta lo más juguetón y personalizado.
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