Desde hace más de dos décadas, Hair Time se ha consolidado como uno de los salones de referencia en Barcelona. Fundado en 2003 por Fran Siles y Juanma Bravo, el espacio nació con una ambición clara: ofrecer en la ciudad condal la misma calidad y experiencia que podía encontrarse en los mejores salones internacionales. Con un estilo minimalista y atemporal, y una filosofía que combina productos naturales y veganos con la más alta innovación técnica, Hair Time ha marcado tendencia en cortes, coloraciones y tratamientos capilares.
Más que un salón, se ha convertido en una verdadera escuela de estilistas y coloristas, donde la formación continua y el cuidado del cliente son pilares esenciales. La cercanía y el trato personalizado han permitido fidelizar a varias generaciones de clientas
¿Qué os motivó a fundar Hair Time en 2003? ¿Cómo recordáis aquellos primeros años?
Primero, dejadnos dar las gracias por la oportunidad de compartir con los lectores y el sector nuestra historia. Han pasado casi 21 años, que se dice pronto, pero nuestra motivación sigue intacta: ofrecer, desde nuestro espacio en Barcelona, lo mismo que se puede encontrar en los mejores salones del mundo. Por eso nos embarcamos en esta apasionante aventura, porque teníamos la necesidad de ser ambiciosos, de no conformarnos con ofrecer un buen servicio. Queríamos seguir viajando, aprendiendo, para que nuestras clientas y clientes fueran los verdaderos protagonistas de este viaje.
Durante estas dos décadas no hemos dejado de conocer y absorber innovación. Es una decisión arriesgada, que implica un cambio constante y que involucra a todo el equipo. Por nuestro salón han pasado muchos profesionales y estamos orgullosos de haber sido, de alguna manera, una escuela de estilistas y coloristas.
Un salón es su equipo, y el nuestro tiene una formación que permite a cualquier cliente cambiar de profesional de referencia sin temor a perder calidad.
Los inicios fueron complicados, como todo lo que empieza, pero había ilusión y talento. Entonces, el conocimiento se adquiría buscando por tu cuenta lo que se hacía en los salones más importantes del mundo. Esa sed de aprender no la hemos perdido.
Fran, eres el director artístico, y Juanma, el director técnico. ¿Cómo distribuís responsabilidades y cómo se complementan vuestros estilos y visiones profesionales?
Compartimos una misma visión de la moda, la belleza y esta profesión en la que hemos crecido juntos. Llevamos más de 25 años trabajando lado a lado, así que era inevitable fundar nuestra propia empresa.
Las responsabilidades están bien definidas: uno dirige todo lo que tiene que ver con el color, que en España por fin tiene la importancia que merece, junto con los tratamientos; mientras que el otro asume la dirección artística de los cortes, peinados y estilismo. Cada uno lidera su propio equipo de profesionales.



Vuestro enfoque combina productos veganos y naturales con tecnología avanzada. ¿Cómo mantenéis ese equilibrio entre cuidado orgánico y vanguardia técnica?
No fue una decisión inmediata, pero a los dos años de abrir ya habíamos apostado por lo natural. No hizo falta debatirlo. Así como cuidamos lo que comemos, también debemos cuidar los ingredientes que usamos en nuestro cuerpo.
Fue una apuesta arriesgada, porque entonces no era fácil encontrar productos que cumplieran nuestras exigencias. Pero no renunciamos, y estamos orgullosos de haber sido pioneros en trabajar con productos naturales e incluso veganos.
Colaboramos con varias marcas, pero nos sentimos especialmente identificados con Aveda por su compromiso con el medio ambiente y su filosofía, que encaja con nuestra manera de entender la peluquería. Los resultados son espectaculares.
¿Cómo es vuestro proceso de formación continua para el equipo? ¿Qué método seguís para profesionalizar a vuestros estilistas?
La formación es continua. Nunca dejamos de aprender: ni nuestros estilistas y coloristas, ni nosotros. Recientemente hemos vuelto de un congreso en India, y el año pasado estuvimos en Japón perfeccionando técnicas y procedimientos. Todo eso luego lo compartimos. Pero hay algo más importante que la técnica: saber tratar a la clienta. Entender lo que quiere desde el primer momento es fundamental, y eso se perfecciona, pero también se lleva dentro. Otro valor clave en Hair Time es el humano: pasamos muchas horas juntos, así que queremos rodearnos de buenas personas. Eso también se transmite al cliente.
Habéis sido pioneros en muchos aspectos. ¿Qué estáis implementando actualmente?
Nos mantenemos al día en innovación de productos y técnicas, pero para nosotros lo más importante es que cada visita sea una experiencia placentera, no una rutina. Hair Time debe ser un oasis de belleza y bienestar, donde el trato sea exquisito y el resultado impecable. Queremos que nuestros clientes salgan con una sonrisa y paz interior, independientemente de la frecuencia con la que nos visiten.
En los últimos años habéis destacado en cortes voluminosos, medias melenas y tonos rubios y castaños naturales…
Estamos muy satisfechos de haber sido pioneros en estas tendencias: líneas sencillas, pulcras, sin estridencias, con un uso del color limpio y brillante. Es una manera de entender la elegancia que conecta con nuestras clientas: mujeres independientes, profesionales, empoderadas, con personalidad. Queremos que se sientan más guapas, pero sobre todo más seguras.
Habladnos de vuestro trato cercano y personalizado, que ha fidelizado a clientela de varias generaciones. ¿Cómo creáis esa atmósfera familiar?
Más de una vez han coincidido en el salón tres generaciones: abuela, madre y nieta. Cada una con su estilo, pero todas con algo en común: la confianza en nuestro criterio. Nos sentimos profundamente agradecidos y orgullosos. Creemos que esa admiración es recíproca, y se nota en el resultado final. No podemos tener mejores clientas.


El diseño minimalista y atemporal del salón es parte fundamental de vuestra propuesta. ¿Qué intención buscabais al construir ese espacio?
Muchos clientes nuevos nos preguntan si acabamos de reformar el salón. ¡Y han pasado 20 años! El interiorista supo interpretar perfectamente lo que queríamos: un espacio sobrio pero cálido y acogedor. Es nuestra casa. No ha pasado de moda, sino que ha mejorado con el tiempo.
Contáis con clientas muy conocidas, pero nunca las usáis como reclamo. ¿Por qué esa decisión?
Cada empresa tiene su forma de trabajar. La nuestra prioriza la discreción. Nunca hemos utilizado la imagen de una clienta, por muy conocida que sea. Algunas comparten su experiencia en redes por decisión propia, y se lo agradecemos, pero jamás lo pedimos. En nuestro salón puede coincidir un político, una empresaria o una actriz de Hollywood, y a todos les damos el mismo cariño. Una de ellas incluso reservó con nombre falso para evitar paparazzi. Nunca hemos llamado a un fotógrafo.
Nuestra mejor publicidad son nuestras clientas.
¿Y los planes de futuro? ¿Contempláis la expansión, nuevas líneas de producto o franquicias?
El futuro se escribe día a día. Este sector avanza rápido y hay que estar muy atentos. Nunca nos hemos planteado tener dos grandes salones. Apostamos por el crecimiento sostenible, sin franquicias, porque sería incompatible con nuestro modelo.
Una línea de productos propios es una idea que nos ronda, pero somos humildes y conscientes de las dificultades. Lo más importante para nosotros es preservar la buena salud de Hair Time y la felicidad de nuestro equipo. Esa es la mejor forma de seguir transmitiendo seguridad a la maravillosa clientela que ha confiado en nosotros durante estos 20 años.
Solo podemos dar las gracias.
¿Dónde?
Hair Time Barcelona
Carrer del Mestre Nicolau, 2
08021 Barcelona
Telf. 93 240 53 87