Reconectar con una misma, antes del “sí quiero”

Reconectar con una misma, antes del “sí quiero”

Publicado 02 jul. 2025 por Anna León Mir

La organización de cualquier ceremonia implica mil y un preparativos que pueden agotar y estresar a cualquier novia. Os presentamos Backlift Shine, un ritual que deja una piel bonita y ayuda a relajar cuerpo y mente.

“Hemos creado una experiencia única que sublima el estado de la piel del rostro y aporta bienestar a todos los niveles”. Así define Núria Soteras, directora y cofundadora junto a Josep Pérez de los centros Backstage BCN, el ritual Backlift Shine que recomienda, sin dudar, a todas las novias. “Normalmente, las novias suelen tener el cortisol alto cuando están preparando una boda. Yo les recomiendo este ritual porque actúa a varios niveles. Por una parte, deja una piel bonita con efecto lifting; por otra parte, trabaja cuerpo y mente hasta alcanzar un estado de relajación total”, aconseja Núria Soteras.

Recuperando el poder del tacto

Backlift Shine ofrece un bienestar cuerpo y mente integral y una calidad de la piel del rostro sin precedentes. Este ritual holístico ha sido pensado para reparar los signos del envejecimiento prematuro y el estrés físico y mental. Más allá de un facial convencional según Soteras, este protocolo tiene como foco recuperar uno de los sentidos más ansiados en el momento actual: el tacto.

Núria Soteras, cofundadora de los centros Backstage BCN. 

Tras la pandemia, los tratamientos de cabina más solicitados son los masajes. La necesidad del ser humano de ser “tocado” ha impulsado la creación de este protocolo con varios tipos de masajes y técnicas ancestrales que reafirman y aportan destellos de luz a la piel. “Las técnicas de Backlift Shine ejercen un drenaje linfático que remodela el rostro. Se ejercitan todas las fascias y los músculos de la cara, realizando un lifting espectacular. Además, se trabaja mucho la luminosidad de la piel, ya que se oxigena también el músculo”, aclara Soteras.

En resumen, este facial, con una duración de 90 minutos por sesión, trabaja para elevar y rejuvenecer el rostro. Así se obtiene una piel reafirmada, resplandeciente y sin imperfecciones. Además, esta experiencia sirve de puente para reconectar con nuestro interior y regresar a la rutina con más fuerza y energía. Esas “pilas cargadas” se reflejarán en la vitalidad y la luminosidad del rostro. “Como ritual preboda, yo recomiendo hacer un máximo de dos o tres sesiones y un mínimo de una por semana. Si no fuera posible, al menos que prueben una sesión dos días antes de la boda”, aconseja.

Descubre el paso a paso de este protocolo en la revista Vida Estética & Spa edición junio-julio.

Anna León Mir

Anna León Mir

Publicado 02º jul. 2025

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