El verano deja huella en la piel, generando manchas, sequedad y falta de luz. El otoño es el momento ideal para resetearla con un peeling enzimático o químico. A punto de cambiar de estación, ¿cuál es el más indicado para la piel? La esteticista Eva Collar, fundadora de los Centros de Estética Marquessa aclara nuestras dudas.
Con el final del verano, la piel suele lucir más apagada, con manchas y una textura irregular debido a la exposición solar y la deshidratación. El otoño, con su clima más suave y menor intensidad solar, se convierte en el momento ideal para someterse a un tratamiento de renovación. Los peelings se convierten en una de las mejores opciones, aunque surge la incógnita. ¿Qué tipo de peeling ayudará a recuperar la luminosidad en esta época del año? ¿Peeling enzimático o químico? Eva Collar, esteticista y fundadora de los Centros de Estética Marquessa, especifica las diferencias entre unos y otros.
Peeling enzimático
“El peeling enzimático es una exfoliación de origen natural no abrasiva, que trabaja a nivel superficial con una acción bioquímica suave. No obstante, pese a centrarse en la epidermis su acción es mucho más profunda que una exfoliación mecánica”, explica Collar. Este tipo de peeling se basa en enzimas provenientes de frutas como la papaya o la piña que ayudan a eliminar células muertas sin agredir la piel.
A diferencia de otros tratamientos, este es muy respetuoso ya que respeta el microbioma cutáneo. “Entre sus beneficios, destacaría que uniformiza el tono, suaviza la textura y ayuda a controlar el exceso de sebo. Además, no tiene efectos secundarios, por lo que es un tratamiento perfecto para renovar la piel”, añade.
Peeling químico
Por su parte, el peeling químico utiliza ácidos sintéticos como el glicólico o el salicílico. Collar lo define así: “Este tratamiento puede llegar a una mayor profundidad, según el tipo de peeling y su uso. Se pueden hacer desde exfoliaciones más superficiales que mejoren la textura y la luminosidad a peelings más avanzados que estimulen el colágeno y atenúe las manchas y las cicatrices”.
Sin embargo, Collar advierte: “Mientras el peeling enzimático no genera irritación, el químico puede dejar la piel roja, con ardor o descamación. Por eso, se debe aplicar siempre bajo una supervisión profesional, incluso por médicos estéticos en algunos casos”.
Peeling recomendado en otoño
El otoño conlleva una menor radiación solar y un clima más estable. Esto hace que haya un menor riesgo de hiperpigmentación post procedimiento y una mejor cicatrización y confort, según la esteticista. Por ello, el uso de cualquiera de estos dos tipos de peelings no está reñido en esta época. Cada uno tiene sus ventajas y es adecuado para diferentes objetivos.
“El peeling enzimático será recomendable para las pieles sensibles, reactivas o con rosácea, precisamente por su acción superficial suave que no provoca irritación. Además, resulta la mejor opción para evitar una piel apagada o con falta de luminosidad ya que devuelve el brillo y la uniformidad sin dañar la piel. Por lo tanto, se puede aplicar con frecuencia”, detalla la fundadora de los centros Marquessa.
Eva Collar.
No obstante, las pieles grasas, con acné activo o con poros muy dilatados se beneficiarán más de un peeling químico. “Los ácidos lipofílicos como el salicílico penetran en el poro, regulan el exceso de sebo y reducen comedones”, recalca Collar. “Este peeling también será ideal para las pieles con manchas solares, fotoenvejecidas o con líneas finas ya que es capaz de llegar a capas más profundas, favoreciendo la renovación celular”, agrega.
El consejo
Como conclusión, la esteticista recalca: “La piel no es un cartel de prueba y error. Cada persona merece una evaluación personalizada para definir el tipo, concentración y frecuencia del peeling ideal. La clave radica también en los cuidados posteriores, donde la hidratación es fundamental, junto a la aplicación de mascarillas que calmen la piel y protector solar”.