En general, los cócteles de vitaminas son tratamientos recomendables durante todo el año. Sin embargo, son muy beneficiosos para la piel por varias razones, según Jenifer Alonso, facialista y fundadora de Infinittime.
¿Cuál es tu cóctel de vitaminas preferido para resetear la piel y lograr ese efecto glow deseado? ¿Por qué?
Me decanto por cócteles que contengan vitamina C o ácido ferúlico, combinados con ácido hialurónico y péptidos. La vitamina C es un antioxidante clave para iluminar la piel y unificar el tono. Por su parte, el ácido ferúlico potencia la estabilidad de la vitamina C y protege frente al estrés oxidativo.
El ácido hialurónico aporta hidratación profunda y elasticidad, mientras que los péptidos refuerzan la estructura de la piel. El resultado es una mayor firmeza y regeneración cutáneas. Esta combinación consigue un efecto glow inmediato y una piel revitalizada.
Jenifer Alonso.
¿Qué cóctel de vitaminas recomiendas en pieles deshidratadas o resecas? ¿Y en pieles grasas?
No suelo clasificar la piel en biotipos, sino que la analizo según sus déficits o excesos. En pieles con falta de hidratación, utilizo ácido hialurónico, vitamina B5 y niacinamida para reforzar la barrera cutánea y mejorar la retención de agua. Si hay exceso de sebo o tendencia a impurezas, opto por antioxidantes como vitamina C y ácido ferúlico, junto con activos reguladores para equilibrar sin obstruir los poros.
En caso de pieles con acné, rosácea o melasma, ¿qué cóctel sueles aconsejar?
Depende del estado y tipo de patología. En pieles con acné activo, utilizo fórmulas con niacinamida, zinc y vitamina B5 que ayudan a calmar la piel y regulan la producción de sebo. En pieles con rosácea, prefiero activos antiinflamatorios como centella asiática, omegas y vitamina C estabilizada en concentraciones suaves para fortalecer sin causar irritación alguna. En pieles con melasma, apuesto por vitamina C, ácido ferúlico y ácido tranexámico que previenen la oxidación y mejoran la uniformidad del tono.
¿Cuándo y cómo lo sueles aplicar?
En función del tipo de piel y sus necesidades lo uso de una forma u otra. Lo puedo aplicar como un refuerzo tras la higiene facial o integrarlo dentro de protocolos más completos. Por ejemplo, lo suelo combinar con técnicas como mesoterapia tópica, oxigenación o tecnologías que potencien la penetración de activos.