Guía para leer las etiquetas de los productos capilares

Guía para leer las etiquetas de los productos capilares

Actualizado el 14 oct. 2025 por Oscar Martínez

En peluquería profesional, conocer a fondo los productos que se aplican es tan importante como dominar las técnicas de corte, color o peinado. Leer correctamente las etiquetas de champús, mascarillas, sérums y otros cosméticos capilares permite seleccionar los productos más adecuados para cada tipo de cabello y cada necesidad específica, ofreciendo resultados visibles y seguros a las clientas. Para ello, es fundamental comprender la información que aparece en la etiqueta, desde la composición hasta las indicaciones de uso.

El primer elemento a revisar es la lista de ingredientes, normalmente ordenada de mayor a menor concentración. Los primeros compuestos son los que predominan en la fórmula y determinan la acción principal del producto. Por ejemplo, un champú hidratante debe contener en los primeros puestos agentes humectantes como glicerina, aloe vera o pantenol. Si se trata de un tratamiento nutritivo, es frecuente encontrar aceites vegetales o mantecas naturales en posiciones destacadas. La presencia de proteínas como queratina, colágeno o aminoácidos indica que el producto tiene efecto reconstructivo, reforzando la fibra capilar.

Otro aspecto clave es identificar los agentes limpiadores y surfactantes. Los sulfatos agresivos pueden resultar demasiado fuertes para cabellos frágiles o tratados químicamente, mientras que los tensioactivos suaves permiten limpiar sin despojar la fibra de sus aceites naturales. Del mismo modo, los siliconas, aceites y emolientes aportan suavidad, brillo y manejabilidad, pero es importante conocer su naturaleza y solubilidad para recomendar un producto según la rutina de la clienta.

Las etiquetas también indican el tipo de cabello y finalidad del producto, como “para cabellos secos, dañados, teñidos o finos”, así como la forma de uso y la frecuencia recomendada. Un buen profesional presta atención a estas indicaciones para adaptar el tratamiento en el salón y ofrecer consejos de mantenimiento en casa. Otros elementos a considerar son las precauciones de uso, la fecha de caducidad y los sellos de certificación, que garantizan calidad, seguridad y cumplimiento normativo.

Dominar la lectura de etiquetas permite a la peluquera seleccionar productos adecuados, explicar a las clientas los beneficios de cada fórmula y construir confianza profesional. Más allá de vender un producto, se trata de ofrecer asesoramiento personalizado, combinando técnica, conocimiento químico y cuidado del cabello, para garantizar resultados visibles, duraderos y seguros en cada visita al salón.

 

Oscar Martínez

Oscar Martínez

Publicado 14º oct. 2025

Suscríbete al newsletter

Subscríbete
You must be a member to save and like images from the gallery.