La exfoliación no borra el moreno, si sabes cómo hacerla. Estas expertas en estética y belleza explican qué pautas seguir en verano para realizarse una exfoliación sin que la piel sufra.
El verano es sinónimo de sol, playa, piscina… Pero también de piel expuesta, bronceada y, a menudo, deshidratada. Por ello, la exfoliación es uno de los puntos más importantes para su cuidado, pero con ciertas precauciones.
Eficaz, únicamente si se sabe hacer adecuadamente
En esta época del año, “es un gran error tanto olvidarnos de exfoliar la piel como el pasarse con ella. Hacer la exfoliación adecuada es clave para llegar al otoño con una piel sana y evitar tener que hacerse tratamientos más incisivos”, expresa Eva Collar, esteticista. Añade que es fundamental tanto la exfoliación en cabina como la exfoliación en el hogar. “En cabina garantizamos que la exfoliación sea la adecuada al momento de cada piel; se evaluará si está bronceada, si se han sufrido quemaduras, si se tiene una queratinización excesiva; y en casa se reforzará con productos que no sean agresivos, ya que para conseguir resultados eficaces es imprescindible la constancia”.
Un buen exfoliante corporal con textura en gel y gránulos naturales puede ser una excelente opción, especialmente si incluye ingredientes calmantes e hidratantes como aloe vera o extractos vegetales. Lo ideal es usarlo una vez por semana sobre la piel húmeda con un suave masaje circular.
Exfoliación en verano sí, pero con nuevas normas
Tal como señala Collar, “la observación y personalización son fundamentales antes de exfoliar. Por lo general, en verano la piel tiende a queratinizarse más, así que cuanto más la podamos aliviar mejor. Pero no se trata de seguir una pauta rígida, sino de mirar en qué momento está la piel para decidir si exfoliar o no. Por ejemplo, si la piel viene de una exposición solar reciente, aunque no esté enrojecida, puede estar caliente o sensible, y no será el mejor momento para aplicar un exfoliante. En ese caso, conviene esperar para no generar una irritación”.
Además, tanto si la exfoliación es corporal como, especialmente, si es facial, otro factor importante a considerar es que esta técnica puede hacer que la piel se vuelva más sensible al sol. Por ello, es fundamental aplicar protección solar diariamente para proteger la piel renovada.
La esteticista Silvia Giralt recomienda “exfoliar preferiblemente por la noche para minimizar el riesgo de irritación y potenciar la reparación durante el descanso”.
La clave para no perder el bronceado con la exfoliación
Uno de los grandes temores del verano es que la exfoliación “borre” el tan deseado bronceado. Pero en realidad, si se hace bien, puede ayudarte a mantener un tono bonito, uniforme y duradero. Eso sí, la clave está en complementarla siempre con una hidratación intensiva y constante.
“Tras exfoliar, la piel queda más receptiva y necesita reponer lo que ha perdido durante el proceso. Este es el momento ideal para aportar hidratación en profundidad, ya que una piel nutrida y elástica retiene mucho mejor el bronceado y evita la descamación prematura”, explica Giralt. A ello agrega que “cuando la piel está deshidratada, tiende a secarse y acelerar la descamación, lo que provoca la pérdida visible del tono dorado. Una piel hidratada mantiene su integridad y prolonga el efecto del sol durante más tiempo”.
Gema Cabañero, directora de una clínica de estética avanzada, enfatiza la importancia de la hidratación y añade cómo hacerlo correctamente. “Por un lado, tópicamente, con ingredientes como ácido hialurónico, ceramidas y pantenol, que restauran la barrera hidrolipídica. Por otro, a nivel interno, aumentando el consumo de agua y alimentos ricos en silicio orgánico, como pepino o apio. La hidratación adecuada reduce la inflamación post-solar, evita la descamación y mejora la elasticidad tisular”.
Un tratamiento corporal adecuado también puede incluir activos que nutren en profundidad, calman la piel, reducen la pérdida de agua y refuerzan la barrera cutánea, mejorando la firmeza y la elasticidad. Los ingredientes con efecto antiinflamatorio y regenerador, como los péptidos o el ácido hialurónico reticulado, ayudan a proporcionar una hidratación duradera y visible, promoviendo una piel más saludable, luminosa y elástica.