¿Sabes diferenciar entre piel reactiva o sobresaturada?

¿Sabes diferenciar entre piel reactiva o sobresaturada?

Publicado 05 ago. 2025 por Anna León Mir

Algunas pieles manifiestan síntomas que se pueden confundir con sensibilidad. Hablamos de pieles rojas o tirantes que a veces pican o se descaman. Puede que esas pieles reaccionen así debido a un sobreuso de activos. La facialista Esther Moreno nos cuenta cómo distinguirlas.

Esther Moreno, de EM Studio, cuenta que uno de los errores más comunes en su consulta es la confusión existente entre pieles reactivas y sobresaturadas. “Muchas personas llegan convencidas de que tienen la piel sensible. Pero lo que realmente ocurre es que han sobrecargado su piel de productos activos, sin descanso ni estrategia”.

Como se suele decir, más no siempre es mejor. En skincare, a veces menos es la única manera de volver a empezar.

Reactividad versus saturación

Aunque a simple vista pueden parecer lo mismo, en realidad no lo son: “La piel reactiva es una condición: tiende a inflamarse, enrojecerse o molestar ante estímulos que, para otras pieles, pasarían desapercibidos” explica la facialista. Puede ser genética, ambiental o adquirida.

En cambio, la piel saturada es una consecuencia del sobreuso de activos. Así lo explica la facialista y cosmetóloga: “Aparece cuando se ha abusado de ingredientes como ácidos, retinoides, exfoliantes o combinaciones de activos potentes sin permitir a la piel descansar o regenerarse”, aclara Moreno. “Una piel saturada no es una piel que necesita más cuidados, sino una que necesita parar”, recalca Moreno.

Cómo identificar una piel saturada

  • La persona siente ardor o escozor al aplicar productos que antes toleraba sin problema.
  • Le salen rojeces o pequeñas irritaciones sin causa aparente.
  • Ha aumentado el número de pasos o productos en su rutina recientemente.
  • Nota que nada parece “funcionar” y su piel luce peor cuanto más hace. 

En estos casos, el primer impulso suele ser cambiar de productos o buscar cosméticos más “calmantes”. Pero según Esther Moreno, toca hacer justo lo contrario: “No se trata de seguir añadiendo, sino de volver a lo básico”.

Cómo resetear la piel, sin dejar de cuidarla

A continuación, Esther Moreno enumera en qué consiste el protocolo para resetear la piel sin renunciar a sus cuidados: 

  1. Para, literalmente. Suspende todos los activos fuertes (retinoides, exfoliantes químicos o vitamina C en altas concentraciones) durante unos días. 
  2. Simplifica la rutina. Solo se necesitan tres pasos: limpieza suave, hidratación equilibrante y protección solar. Nada más. “Cuanto más minimalista sea la rutina en esos días, mejor responderá la piel”, aconseja Esther.
  3. Repara el manto hidrolipídico. La clave está en restaurar la barrera cutánea. Usa ingredientes que refuercen la hidratación y el confort: ceramidas, escualano, pantenol, probióticos cosméticos, etcétera.
  4. Escucha y observa. No reintroduzcas los activos de golpe. Cuando la piel vuelva a estar equilibrada, se irán incorporando uno a uno, dejando días entre ellos. “La piel habla. Si sabes observarla, ella te marca el ritmo”, asegura.

Más no es mejor

Es fácil dejarse llevar por la novedad, el exceso de capas (layering) o la mezcla de múltiples fórmulas sin lógica. Sin embargo, Esther Moreno recuerda: “El verdadero lujo cosmético está en una piel sana y una estrategia pautada, no en una estantería llena de productos sin sentido”.

En definitiva, si la piel empieza a enviar señales de socorro, no hay que cambiar de rutina. En ocasiones, el paso más valiente es parar, escuchar y volver a lo esencial. 

 

 

Anna León Mir

Anna León Mir

Publicado 05º ago. 2025

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