Raíces de cabello: El nacimiento del brushing y su impacto en la peluquería moderna

Raíces de cabello: El nacimiento del brushing y su impacto en la peluquería moderna

Publicado 03 ago. 2025 por Pilar Ramos Ortiz

Desde que las primeras cepas de cerda natural fueron insertadas en mangos de madera en el siglo XVIII, hasta el brushing profesional que hoy domina nuestras pasarelas y salones, la historia del cepillado capilar configura una evolución clave en la industria de la peluquería.

Orígenes y evolución histórica

La innovación del cepillo moderno se remonta a William Kent, fundador de Kent Brushes en 1777, considerado el primer fabricante de cepillos en Inglaterra. Sin embargo, el uso de cepillos de cerda ya se documenta desde civilizaciones antiguas como el Egipto faraónico o la China dinástica, donde se usaban instrumentos con fibras naturales para nutrir el cabello con los aceites producidos por el cuero cabelludo.

En la época victoriana y eduardiana, cepillar el cabello durante 5 a 15 minutos, una o dos veces al día, se consideraba una práctica fundamental de higiene y estética. Se valoraba por su capacidad para distribuir sebo, eliminar suciedad y estimular la circulación del cuero cabelludo.

Del cepillado al brushing iconográfico

A mediados del siglo XX, el brushing profesional se convirtió en sinónimo de glamour y perfección estética. En países occidentales, especialmente EE.UU. y Reino Unido, el brushing se popularizó como servicio premium en salones de prestigio. Peluqueras como Brigitte Bardot con su bob suave o Farrah Fawcett con sus ondas llenas de movimiento lo consolidaron como técnica de moda.

Usando secadores de mano y cepillos redondos, el brushing creó estilos icónicos: bouffant, ondas con raíz elevada o melenas pulidas con brillo. Los salones comenzaron a formar suecos técnicos desde escuelas de belleza, y considerar el brushing como técnica indispensable para cualquier estilista serio.

Tecnología actual y uso práctico

Hoy, el brushing incorpora cereámicas, iones y mangos ergonómicos para lograr mayor precisión y menor daño. Los cepillos profesionalmente diseñados reducen el frizz, controlan la estática y aceleran el secado.

Su técnica sigue siendo vital: tensión del mechón, colocación del cepillo, flujo de aire y movimiento coordinado crean acabados impecables. En servicios de peinados nupciales, editoriales o para clientes que desean un look pulido, el brushing sigue siendo uno de los procesos que mayor satisfacción genera.

Consejos técnicos para profesionales

  • Elección del cepillo: los cilíndricos de cerámica o titanio son ideales para volumen y térmico controlado; los de paleta, para alisado suave.

  • Control del calor: trabajar con secadores iónicos evita el encrespamiento y logra brillo y densidad.

  • Dirección del cabello: al dirigir el mechón y cepillar siempre de raíz a punta, se define caída y movimiento.

  • Estilizado personalizado: adaptar la técnica al tipo de cabello (grueso, rizado, fino o dañado) maximiza resultados.

El brushing en la formación

Para estudiantes y profesionales en formación, el brushing es una base técnica esencial. Dominar esta técnica permite:

  1. Entender la dinámica capilar y el resultado esperado

  2. Ofrecer acabados diferenciadores

  3. Generar confianza con la clienta

  4. Integrar velocidad, estética y técnica en un solo proceso

 

Pilar Ramos Ortiz

Pilar Ramos Ortiz

Publicado 03º ago. 2025

Comunicación & Social Media Manager en Professional Beauty España

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