Tras los meses de verano, nuestra piel suele mostrar signos de exposición solar, deshidratación y un ligero cansancio. Es el momento perfecto para apostar por un maquillaje que realce la belleza natural, sin recargar el rostro y con un acabado luminoso que aporte frescura. Esta tendencia, que cada vez gana más adeptas, se centra en resaltar la piel tal y como es, con un efecto saludable y radiante.
El maquillaje natural y luminoso se basa en la utilización de productos ligeros, que permitan que la piel respire y mantenga su hidratación. Las bases de maquillaje se sustituyen por fórmulas fluidas o cremas con color, que unifican el tono sin generar efecto máscara. Los iluminadores sutiles se aplican en puntos estratégicos como los pómulos, el arco de la ceja y el puente de la nariz, aportando luz sin exagerar. Además, se prioriza el uso de correctores ligeros únicamente en zonas puntuales, como ojeras o pequeñas imperfecciones, manteniendo la naturalidad del rostro.
Otro elemento clave de esta tendencia son los colores suaves y neutros en ojos y labios. Las sombras se eligen en tonos tierra, melocotón o rosados, mientras que los labios se prefieren con acabados hidratantes y colores cercanos al tono natural. El objetivo es crear un efecto “cara lavada” que transmita frescura y bienestar. Complementariamente, las cejas definidas pero naturales y unas pestañas ligeramente curvadas con máscara ligera completan el look, evitando recargar la expresión facial.
El maquillaje luminoso post-verano no solo favorece a la piel cansada, sino que también responde a una filosofía de belleza más consciente y sostenible. La preferencia por productos multifunción, con propiedades hidratantes o antioxidantes, permite cuidar la piel mientras se maquilla. Asimismo, este estilo es versátil: funciona para el día a día, para eventos informales o incluso para sesiones profesionales, adaptándose a cada necesidad sin perder frescura.
En definitiva, el maquillaje natural y luminoso se consolida como la elección ideal para recuperar la vitalidad de la piel después del verano. Es un enfoque que celebra la autenticidad, resalta la belleza personal y aporta un aire fresco y rejuvenecido al rostro. Apostar por esta tendencia no solo es moderno, sino también saludable para la piel, haciendo que cada mirada y cada sonrisa brillen de manera natural.
