Hoy día, hablar de digitalización en el sector beauty conlleva abrir la puerta a muchas dudas, reticencias e incluso a un miedo silencioso que frena la evolución de negocios con un enorme potencial en numerosas ocasiones. Peluquerías, salones de belleza, clínicas estéticas, por ejemplo, comparten una misma preocupación: “¿Y si digitalizase me complica la vida en lugar de ayudarme”
“Digitalizar no significa dejar de ser artesanal o perder el toque humano. Al contrario, supone liberar tiempo para lo que realmente importa: el cuidado del cliente y del propio profesional”, afirma Jèssica Massó, CEO de DunaSoft. “Lo importante no es únicamente contar con una herramienta, sino sentirse acompañado durante todo el proceso”.
Los miedos más comunes y cómo enfrentarlos
- “Voy a perder tiempo aprendiendo”. La adaptación a una nueva herramienta puede parecer un obstáculo, especialmente cuando el tiempo es uno de los recursos más escasos. Massó nos da los tips para superarlo: -Formación adaptada al ritmo y conocimientos del equipo.
-Implementación gradual, empezando por funciones básicas.
-Plataformas intuitivas con acompañamiento técnico disponible. -
“No quiero perder el control”. La agenda física, los tíckets escritos a mano, el archivo en papel, etcétera, han sido durante años la base del trabajo diario. Cambiar eso genera temor a la desorganización. En realidad, la digitalización favorece el orden y el control en el negocio:
-Paneles de control claros que ofrecen visibilidad total del negocio.
-Información centralizada: reservas, pagos, fichas de cliente, productos.
-Copias de seguridad automáticas y trazabilidad de todas las acciones. -
“Mis clientes no lo van a entender”. Existe la creencia de que muchos clientes especialmente los más fieles- rechazarán el uso de plataformas digitales. Massó aconseja:
-Mantener canales tradicionales (teléfono, presencial) mientras se introduce la reserva online.
-Interfaces sencillas pensadas para cualquier edad o perfil.
-Recordatorios automáticos por WhatsApp, SMS o email que reducen ausencias. -
“No me lo puedo permitir”. El coste es otro freno frecuente. Se percibe la digitalización como un gasto más, sin considerar el retorno a corto plazo. Para superarlo, debemos tener en cuenta los siguientes tips:
-Soluciones escalables: pagar solo por lo que se necesita.
-Ahorros en tareas repetitivas, tiempo administrativo y errores de facturación.
-Mejora en la gestión del negocio que impacta directamente en la rentabilidad.
Jèssica Massó, CEO de Dunasoft.
Un nuevo impulso para el sector
Digitalizar un centro de belleza no significa renunciar a su esencia. Al contrario, permite reforzarla. La tecnología, bien utilizada, libera tiempo, mejora la organización y ofrece herramientas para crecer de forma sostenible.
Para muchos negocios del sector, el reto ya no es si digitalizarse o no, sino cómo hacerlo de forma que tenga sentido para su equipo, clientela y forma de trabajar. Y ese cambio, cuando se acompaña con escucha, formación y soluciones prácticas, deja de dar miedo. Empieza a impulsar.