En septiembre, toca recuperar la piel tras la sobreexposición solar del verano y los efectos de otros agentes dañinos como el cloro o el salitre. Pilar Gaudí, esteticista y directora de los centros Nina Merli en Granada, recomienda un protocolo profesional que realiza un reset en la piel, ayudándola a recuperar su equilibrio natural. Es decir, su manto hidrolipídico.
En principio, es necesario descubrir qué ha pasado ahí dentro, mediante un diagnóstico adecuado, para ejecutar después un protocolo adecuado, según Gaudí, facialista y directora de los centros Nina Merli. "El objetivo no es hidratar, sino reparar la barrera cutánea que está pidiendo auxilio. Tampoco es atenuar una mancha, sino entender por qué ha salido esa hiperpigmentación. Y, en lugar de recurrir a una limpieza, es necesario crear un plan que devuelva todo lo perdido a la piel", argumenta, rotunda, Gaudí.
¿Por dónde empezar?
El plan de recuperación cutáneo de la facialista conjuga aparatología profesional y activos potentes, con tratamientos que limpian, reparan y nutren de verdad: “La recuperación real no se improvisa, comienza con un diagnóstico profesional y un protocolo por fases. Iniciamos este plan de rescate con una purificación profunda que limpia, exfolia y elimina impurezas, dejando la piel lista para trabajar. Para ello, combinamos limpiezas faciales profesionales con la aplicación de equipos como hydrafacial y dydre JetPeel para conseguir una extracción perfecta, así como una desintoxicación y oxigenación intensivas", precisa.
Después, se despliegan los activos y la aparatología más potente para iniciar la reconstrucción de la barrera cutánea: “Infundimos cócteles de principios activos como la niacinamida, el acido hialurónico y exosomas con aparatología que asegura su máxima penetración. A la vez, trabajamos con radiofrecuencia para estimular la producción de colágeno y con estimulación mecánica tisular para redensificar los tejidos y redefinir el óvalo facial”, añade la facialista.
Finalmente, la experta cuenta cómo hacen frente al daño solar. Una vez que la piel ha recuperado su fuerza y equilibrio, el objetivo es la hiperpigmentación desde el origen, gracias a un arsenal de tecnologías correctoras: “Utilizamos peelings químicos de última generación y fotorejuvenecimiento para tratar directamente las manchas solares y unificar el tono. Los combinamos con terapia de micropunción eléctrica, un gran aliado para potenciar resultados, unificar el tono, tratar manchas o cicatrices y mejorar la textura general”, explica.
Paso a paso del ritual fotoreparador intensivo
Consiste en un protocolo multifase, de 90 minutos, que combina potentes activos antioxidantes con aparatología de vanguardia para revertir el daño acumulado durante el verano. El objetivo no solo devuelve la luminosidad perdida, también reequilibra la piel, repara su estructura desde el interior, unifica el tono y restaura la barrera hidrolipídica para que luzca hidratada, sana y protegida.
Paso a paso:
- Comenzamos con una bienvenida sensorial (5 minutos) de brumas relajantes, para luego aplicar toallas calientes que relajen la musculatura facial y preparen la piel. Desmaquillamos de manera minuciosa ojos y labios para dar paso a la doble limpieza profunda (10 min) que hacemos emulsionando una leche limpiadora rica en lípidos para disolver impurezas y restos de cremas fotoprotectoras.
- A continuación, se aplica un limpiador en base acuosa para purificar la piel sin agredirla. Se retira y se tonifica con una solución termal remineralizante.
- El tercer paso es la fase de exfoliación iluminadora (20 minutos) en la que se aplica un peeling enzimático que disuelve las células muertas superficiales.
- Después, se efectúa una hidrodermoabrasión que pule la piel, desincrusta poros y deja una superficie perfectamente receptiva.
- La fase de bioregeneración con micropunción (20 minutos) se ejecuta a la vez que se aplican y vehiculizan los activos reparadores: un cóctel concentrado de vitamina C pura para una acción antioxidante e iluminadora y ácido hialurónico para rehidratar las capas más profundas de la piel y mejorar la textura.
- Le sigue una infusión calmante y de reequilibrio (20 minutos ) en la que se humedece una gasa facial completa con una solución termal rica en colágeno y oligoelementos que se adapta perfectamente al rostro. Sobre esta gasa, se extiende una generosa mascarilla en crema reequilibrante, creando un efecto oclusivo que calma en profundidad, hidrata y restaura su equilibrio natural. Mientras actúa, se realiza un masaje relajante en cuello, escote y trapecios. Para finalizar, se efectúa el protocolo de sellado y protección (5 minutos).
- Se retira la mascarilla y la gasa. Sobre la piel ya calmada y receptiva, se brumiza de nuevo la piel con la solución termal.
- Finaliza con la aplicación de un contorno de ojos, un sérum calmante, una crema reparadora y de forma indispensable, un fotoprotector SPF 50+ para proteger la piel tratada.