Por Eva Avilés, barbera y fundadora de Barbería Avilés
En el mundo de la peluquería y la estética, muchas veces ponemos toda nuestra energía en atender a las clientas, crear estilos, perfeccionar técnicas y mantener el negocio en marcha. Sin embargo, hay un aspecto clave que determina si un salón se queda pequeño o logra crecer de manera sólida: la gestión del equipo.
Un salón no puede alcanzar su máximo potencial si funciona únicamente gracias al esfuerzo de su dueño o de unas pocas manos. Para crecer con libertad, es fundamental dejar de ser autoempleados y empezar a construir un equipo de alto rendimiento.
El problema del autoempleo en el sector
En nuestro sector es muy común que muchos profesionales se conviertan en autoempleados. Dedican todo su tiempo a producir, sin atreverse a dar el paso de contratar o, cuando lo hacen, se encuentran con dificultades para fidelizar y motivar a sus equipos. El resultado suele ser el mismo: empresarios atrapados en su propio salón, incapaces de delegar y sin margen para crecer.
Pero la realidad es que sí es posible formar un equipo sólido y comprometido. Si grandes empresas logran coordinar a cientos de personas, nosotros también podemos hacerlo con equipos más pequeños. La clave está en aplicar una gestión estratégica.
Tres pilares para transformar tu equipo
Después de años de experiencia y formación, he aprendido que existen tres factores esenciales para conseguir un equipo de alto rendimiento en un salón: análisis y desarrollo, estructura de equipo y liderazgo consciente.
-Análisis y desarrollo. Antes de exigir resultados a un equipo, el primer paso es analizar nuestro punto de partida. Eso significa definir claramente los objetivos personales y empresariales. Estos deben ser específicos, medibles, alcanzables, retadores y con un plazo de tiempo definido (método SMART). Además, es fundamental evaluar el estado actual del salón: sus procesos, organización, finanzas y dinámica de trabajo. A partir de ese análisis se puede diseñar un plan estratégico y decidir qué tipo de equipo necesitamos para hacerlo realidad.
-Cinco claves para crear un equipo de alto rendimiento. Un equipo no se construye solo contratando personas; se crea cuando hay claridad, objetivos comunes y confianza. Estas son las cinco características que marcan la diferencia:
- Objetivos definidos y consensuados. El equipo debe conocer hacia dónde se dirige el salón y qué se espera de cada miembro.
- Claridad en roles y tareas. Cada persona necesita saber cuál es su función y cómo aporta al objetivo global.
- Procesos y protocolos claros. No puede haber improvisación; los sistemas estandarizados garantizan eficiencia y calidad.
- Comunicación abierta y clima positivo. Un ambiente sano es la base de la productividad.
- Confianza y respeto. Sin estos valores, no existe cohesión ni compromiso real.
Cuando estas claves se aplican, el equipo deja de depender de la supervisión constante y comienza a funcionar de manera autónoma, siendo un verdadero motor para el crecimiento del negocio.
-Liderazgo consciente. La última pieza, y quizá la más importante, es el liderazgo. Un salón no necesita un jefe que dé órdenes, sino un líder que inspire, guíe y predique con el ejemplo. Para lograrlo, hay seis cualidades imprescindibles:
- Fijar metas específicas y compartidas. La claridad une a todos bajo un mismo propósito.
- Invertir en el desarrollo del equipo. La formación y la educación son inversiones, no gastos.
- Potenciar el talento individual. Cada miembro tiene fortalezas únicas que deben aprovecharse.
- Comunicar de manera efectiva. La transparencia y la escucha reducen conflictos y mejoran la confianza.
- Practicar la escucha activa. No se trata solo de oír, sino de comprender y responder con empatía.
- Predicar con el ejemplo. Como dijo Einstein: “El ejemplo no es la mejor manera de enseñar, es la única”.
La libertad llega cuando el equipo funciona
Si algo he aprendido, es que la verdadera libertad como empresaria no llega trabajando más horas ni asumiéndolo todo, sino construyendo un equipo que funcione incluso cuando no estás presente.
Un equipo de alto rendimiento no solo multiplica los resultados del salón, también devuelve calidad de vida al empresario. Te permite dedicar tiempo a la dirección, a la innovación y a disfrutar del proyecto que un día decidiste emprender.
Gestionar personas no siempre es sencillo, pero es el camino más seguro hacia el crecimiento. Analizar el negocio, estructurar un equipo con bases sólidas y liderar con coherencia son los tres pasos esenciales para dejar de ser esclavos del salón y convertirnos en verdaderos empresarios.
La pregunta es: "¿Quieres seguir sosteniendo tu negocio con tus propias manos o prefieres crear un equipo capaz de impulsarlo contigo? La decisión es tuya y el momento de actuar es ahora.