


La británica Sarah McCulloch explora el concepto de la belleza que surge del caos en Vortex. Una colección de ocho looks de vanguardia, cuyos peinados esculturales y vivos colores ejemplifican esa fuerza que surge de la tormenta más oscura.
Existe belleza donde el mundo se fractura. Del caos emergen estructuras precisas, dramáticas, que instan a renacer y plantar cara a las adversidades. Sarah McCulloch se inspira en estas ideas para crear su última colección: Vortex (vórtice en inglés).
Estructuras capilares que expresan emociones
En esta colección, los postizos son básicos para crear estructuras capilares imposibles, fruto de una técnica avanzada y un talento artístico único. Los postizos se entrecruzan, fusionan y superponen, dando lugar a formas intrincadas, hasta ahora inimaginables. Posticería que sirve a un propósito: expresar ese torbellino de emociones que aparece en épocas confusas y difíciles. Tras el desequilibrio y la ruptura, solo hay una opción: renovarse y renacer con más ímpetu y fuerza que antes.


“Me encanta peinar y tener libertad creativa. Me apasiona desafiar, experimentar y mostrar algo un poco diferente a lo convencional”, asegura Sarah McCulloch. En Vortex, esa pasión que siente se transforma en looks estructurados, sorprendentes y elegantes. Peluquería innovadora, impecable desde el punto de vista técnico, con un mensaje poderoso: “Nacidos en el caos, forjados en la fuerza. La tormenta no los rompió, los hizo. Belleza donde el mundo se fractura. Ella no escapó del vórtice: se convirtió en él”.
Créditos:
Peluquería: Sarah McCulloch
Ayudantes de peluquería: Allan Mckechnie y Maxine Holmes
Fotografía: Lee Jarred Howell
Maquillaje artístico: Louise Brown
Estilismo: Michelle Watson

