Una clienta que entra en el salón y pide un “slick bun” está solicitando un recogido bajo, pulido y muy limpio, uno de los peinados más icónicos y solicitados en los últimos años tanto en pasarela como en alfombra roja. En castellano, podríamos traducirlo como “moño bajo pulido” o simplemente “recogido efecto pulido”.
La clave de este estilo es que no hay volumen ni textura suelta: todo el cabello se recoge de manera firme, con raya marcada (ya sea en el centro o en un lateral), completamente estirado y fijado con productos de acabado que aporten brillo y control. El resultado es un recogido sobrio, elegante y atemporal, que transmite sensación de sofisticación y minimalismo.
La técnica paso a paso
Para conseguir un slick bun impecable, lo primero es preparar bien el cabello. Conviene comenzar con el pelo recién lavado y secado alisándolo con cepillo o plancha, de modo que la superficie quede uniforme y sin ondas indeseadas. Después se marca la raya elegida, que suele ser recta y definida, y se aplica un producto de fijación de alta sujeción, como gel o crema alisadora, desde la raíz hasta medios, distribuyéndolo con un peine fino para que el cabello quede completamente pegado y sin cabellos sueltos.
El siguiente paso es recoger el pelo en una coleta baja, muy pegada a la nuca. La goma debe quedar firme y discreta, pues será la base del moño. Una vez asegurada la coleta, se enrolla el cabello alrededor de la goma, creando un moño compacto que se fija con horquillas invisibles. La forma puede ser totalmente redonda y pulida, o más alargada, según la preferencia del cliente y la longitud de su melena.
Finalmente, se aplica laca de alta fijación para garantizar la durabilidad, y si se busca un acabado extra brillante, se añade un toque de sérum o aceite ligero en superficie. El objetivo es que no quede ni un solo mechón fuera de lugar.
El efecto final
El slick bun es un peinado perfecto para eventos formales, para la oficina o incluso para un look urbano chic. Favorece especialmente en rostros ovalados o angulosos porque resalta los rasgos y aporta sensación de alargamiento. Además, es un recogido muy versátil: puede combinarse con pendientes llamativos, maquillaje intenso o un estilismo minimalista, y siempre resultará elegante.
En definitiva, cuando un cliente pide un slick bun, quiere un recogido bajo, limpio, brillante y sin cabellos sueltos, que transmita pulcritud y estilo sofisticado.