Raíces de Cabello: la historia de las extensiones, de símbolo de estatus a herramienta de estilo

Raíces de Cabello: la historia de las extensiones, de símbolo de estatus a herramienta de estilo

Publicado 14 sep. 2025 por Pilar Ramos Ortiz

Las extensiones de cabello son hoy un recurso común en salones de todo el mundo, pero su historia está llena de curiosidades. Desde su origen como símbolo de poder y belleza en civilizaciones antiguas, hasta convertirse en una industria global multimillonaria, las extensiones han acompañado la evolución cultural de la estética capilar.

Antigüedad: símbolo de estatus

Los primeros registros de extensiones se remontan al Antiguo Egipto (alrededor del 3400 a.C.), donde tanto hombres como mujeres utilizaban piezas de cabello humano y fibras vegetales teñidas. Se sujetaban con cera de abejas y resinas, y eran un símbolo de riqueza y jerarquía. Cleopatra es uno de los ejemplos más célebres.

En la Roma clásica, las mujeres de clase alta usaban postizos y extensiones importadas del norte de Europa, valoradas por su color rubio. Estos añadidos eran considerados objetos de lujo y podían costar una fortuna.

Edad Media y Renacimiento: moda y religión

En la Edad Media, el uso de postizos disminuyó por influencia religiosa, pero durante el Renacimiento volvieron a ponerse de moda. Las cortes europeas, especialmente la francesa e inglesa, valoraban los peinados voluminosos y adornados, lo que impulsó el uso de cabellos postizos.

Siglo XVIII: auge en las cortes

En la Francia de María Antonieta, los elaborados peinados con pelucas y postizos marcaron un antes y un después. Las extensiones y postizos eran imprescindibles para sostener las arquitectónicas creaciones capilares de la nobleza.

Siglo XIX: popularización

Durante la época victoriana, las extensiones empezaron a ser más accesibles gracias al comercio internacional. Las mujeres utilizaban mechones añadidos para dar más volumen y cumplir con la moda de cabellos largos y abundantes.

Siglo XX: del cine a la moda

El cine de Hollywood en los años 40 y 50 popularizó las extensiones como herramienta de glamour. Actrices como Rita Hayworth marcaron tendencia. En los años 60 y 70, con la irrupción de nuevas técnicas, las extensiones empezaron a estar disponibles también en peluquerías comunes.

Siglo XXI: innovación y diversidad

Hoy en día, la industria de las extensiones mueve miles de millones de euros en todo el mundo. Existen múltiples técnicas: de queratina, cosidas, adhesivas, de clip, y con innovaciones como el tape-in. Según Statista, el mercado global de extensiones y pelucas superó los 5.000 millones de dólares en 2023 y sigue en crecimiento.

Además, su uso ya no se asocia únicamente al lujo: se utilizan tanto para añadir volumen y longitud como para experimentar con estilos y colores sin dañar el cabello natural. También forman parte de la identidad y empoderamiento en comunidades afrodescendientes, donde las trenzas y extensiones tienen un profundo valor cultural.

De símbolo de estatus en el Antiguo Egipto a un recurso de moda accesible en cualquier salón, las extensiones han evolucionado con la historia de la belleza. Hoy representan la unión entre tradición, innovación y expresión personal.

Pilar Ramos Ortiz

Pilar Ramos Ortiz

Publicado 14º sep. 2025

Comunicación & Social Media Manager en Professional Beauty España

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