Los miliums o quistes de queratina son pequeñas elevaciones blanquecinas que suelen aparecer en el rostro, especialmente alrededor de los ojos, las mejillas y la nariz. Aunque frecuentemente se confunden con granos o acné, su origen es diferente: se forman cuando las células muertas quedan atrapadas bajo la superficie de la piel, generando diminutos quistes que, por lo general, no desaparecen de manera espontánea y requieren una extracción controlada.
El tratamiento de los miliums debe comenzar con un diagnóstico profesional y personalizado, ya que cada piel presenta características y necesidades únicas. Comprender el estado real de la piel antes de aplicar cualquier procedimiento es esencial para garantizar resultados seguros y preservar su salud y equilibrio.
La extracción de miliums debe realizarse exclusivamente en centros de estética cualificados o por profesionales dermatológicos. No se recomienda intentar su eliminación en casa ni ejercer presión sobre las lesiones. En el entorno profesional, se utilizan instrumentos estériles y técnicas precisas que permiten liberar el contenido del quiste sin dañar los tejidos ni dejar marcas. En casos profundos o recurrentes, puede ser necesaria la intervención médica mediante procedimientos como láser, crioterapia o microdermoabrasión.
Más allá de la extracción, es fundamental promover una cosmética consciente y adaptada a cada tipo de piel. Utilizar productos formulados con criterio, no comedogénicos y respetuosos con la barrera cutánea contribuye a mantener la piel equilibrada y prevenir la reaparición de estos quistes. Las rutinas de cuidado deben incluir limpieza suave, exfoliación controlada y protección frente a factores externos.
Con una combinación adecuada de diagnóstico individualizado, técnica profesional y cosmética responsable, los profesionales de la belleza pueden ofrecer tratamientos seguros, efectivos y naturales, reafirmando la importancia de un enfoque integral y personalizado en el cuidado facial.