En un oficio que ha vivido décadas de tradición y códigos tan marcados, Las Barberas de Sevilla han logrado algo que pocas marcas consiguen: construir identidad sin renunciar a la verdad.
No vienen a repetir discursos vacíos ni frases hechas.
Vienen a contar lo que significa sostener un negocio con corazón, levantar una marca desde cero y abrirse camino en un sector históricamente masculino.
En esta entrevista buscamos precisamente eso: lo que no se suele preguntar, lo que se calla, lo que pesa y lo que impulsa.
Porque detrás de cada degradado perfecto y cada ritual de afeitado, hay un viaje personal y profesional que merece ser escuchado con respeto y profundidad.
1) Revista Tocado
Vuestra historia es muy conocida en el sector, pero ¿qué parte de vuestro camino profesional nunca se ha contado y explica quiénes sois realmente detrás de “Las Barberas de Sevilla”?
Las Barberas de Sevilla
Pues somos dos mujeres inquietas, que heredamos de mi padre la pasión por el trato al público, el cuidar a los demás y la parte artística, intentando hacer pasar a las personas un rato agradable y reforzando su confianza.
Lo que nunca se ha contado de nuestra trayectoria profesional es el trabajo y esfuerzo que cuesta hacerse con un equipo estable, que se alinee con nuestros valores y visión profesional; el esfuerzo de que los clientes valoren nuestro trabajo, eligiéndonos por calidad y buen servicio, más que por precio.
Me da la impresión de que la barbería está peor valorada que la peluquería femenina.
2) Revista Tocado
Ser mujeres en un oficio tradicionalmente masculino ha marcado vuestro recorrido. ¿Qué ha sido lo más duro (y también lo más liberador) de abrir camino en este sector desde Sevilla?
Las Barberas de Sevilla
Al principio, el ser mujer en una profesión tan masculina nos provocó mucho rechazo. No era común ver mujeres en barberías; nos tenían totalmente relacionadas con la peluquería femenina y pensaban que ni podríamos tener una conversación interesante ni podríamos dejar un estilo masculino.
Luego, lo más liberador fue cuando ya comprobaron que sí que podíamos hacerlo, incluso mucho mejor que los hombres, al tener una delicadeza y una observación en el detalle especial.
Cambiamos nuestro nombre comercial: pasamos de ser LA BARBERÍA a LAS BARBERAS DE SEVILLA para que todos supieran que era una barbería regentada por mujeres.
3) Revista Tocado
En todo negocio hay un punto de inflexión. ¿Cuál fue el momento en que os replanteasteis por completo la técnica, la marca o incluso vuestra relación con el oficio?
Las Barberas de Sevilla
Esto vino cuando decidimos abrir la segunda barbería. Teníamos que tener una técnica y unos protocolos que todo el equipo siguiera, consiguiendo que cada cliente que visitara cualquiera de nuestras barberías notara nuestro sello de calidad.
También nos dimos cuenta de que nuestro trabajo cambiaría, saliendo de la parte más técnica y dedicándonos más a la parte administrativa y a conseguir que los protocolos y la forma de trabajar se cumplieran.
4) Revista Tocado
La barbería es un espacio de confidencias, silencios y vulnerabilidad. ¿Qué responsabilidad emocional sentís cuando acompañáis a tantas personas en momentos tan íntimos?
Las Barberas de Sevilla
Bueno, máxima responsabilidad. Esto es casi lo más importante de esta profesión.
Lo emocional. Para esta profesión tienes que tener innata la empatía, querer ayudar y saber escuchar.
5) Revista Tocado
El éxito tiene cara pública… y un precio privado. ¿Qué habéis tenido que aprender, soltar o proteger para sostener vuestra marca sin perderos a vosotras mismas en el proceso?
Las Barberas de Sevilla
El éxito para cada persona es algo diferente. Para nosotras, nuestro éxito ha sido poder vivir de una profesión que nos apasiona, haber formado una familia y haber podido cuidar de nuestros familiares cuando lo han necesitado, compaginándolo con los negocios.
Hemos aprendido que no todo es lo profesional, que tenemos que tener equilibradas todas las áreas de nuestra vida.
Hemos soltado la culpa por equivocarnos en muchas ocasiones.
Hemos protegido nuestra ilusión por seguir creciendo sin que nos afecten los diferentes obstáculos que te pone la vida.
6) Revista Tocado
Si hoy una barbera joven os pidiera un consejo real (de esos que no salen en redes ni en manuales), ¿qué le diríais para que construya oficio, identidad y estabilidad en esta profesión?
Las Barberas de Sevilla
Pues el primer consejo que le daría es que analice si realmente es lo que le gusta, si le gusta el trato al público, si le gusta cuidar a los demás. Esta profesión no es solo artística. Y si es así, que no pare de formarse y practicar.
También le diría que es una de las profesiones más satisfactorias que hay, cuando consigues que un cliente se lleve uno de los mejores momentos del día y le subas la autoestima.
Hablar con Las Barberas de Sevilla es recordar que la barbería no es solo técnica: es identidad, comunidad y una forma honesta de estar en el mundo.
Su historia es una mezcla de vulnerabilidad y fuerza, de oficio y humanidad, de profesionalidad y verdad.
En un sector que a veces corre demasiado rápido, ellas vuelven a lo esencial: mirar a los ojos, trabajar con respeto y no olvidar nunca que cada corte es una responsabilidad.
Quizá ahí reside su mayor legado: demostrar que la excelencia nace cuando se trabaja con alma.
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