1. Entrevista inicial.
Recoge información detallada sobre:
- Historia clínica (patologías previas, medicación actual).
- Antecedentes familiares de alopecia.
- Hábitos alimentarios, calidad del sueño, niveles de estrés, consumo de tabaco o alcohol.
- Tipo de caída (difusa, localizada, estacional, postparto, etc.).
- Cambios hormonales recientes (embarazo, menopausia, ciclo menstrual irregular).
2. Exploración del cabello y del cuero cabelludo
Evalúa:
- Densidad capilar, grosor, fragilidad, brillo.
- Estado del cuero cabelludo: presencia de descamación, exceso de sebo, irritación o inflamación.
- Tipo de cabello (seco, graso, quebradizo).
- Localización y patrón de la caída (zona frontal, coronilla, generalizada).
- Realiza pruebas sencillas como el test de tracción.
3. Identificación de signos de alarma
En caso de observar:
- Caída rápida o con zonas de calvas bien delimitadas.
- Dolor, picor intenso o enrojecimiento en el cuero cabelludo.
- Cambios concomitantes en piel o uñas.
Derivar al dermatólogo para evaluación especializada.
4. Solicitar o revisar analíticas
Recomendadas:
- Ferritina (niveles óptimos ≥ 50-70 ng/mL).
- Vitamina D (25-OH).
- Vitamina B12 y ácido fólico.
- TSH, T3 y T4 libres (función tiroidea).
- Hemograma completo.
- Zinc, cobre, magnesio y proteínas totales.
5. Valorar si existe una deficiencia real
- No se debe suplementar "por si acaso".
- La suplementación solo está indicada si hay déficit demostrado o factores de riesgo que lo justifiquen.
- El exceso de ciertos micronutrientes (como hierro o zinc) puede ser perjudicial.
6. Diseño del plan de suplementación
Basado en:
- Resultados analíticos.
- Características del cliente (edad, sexo, estilo de vida).
- Evidencia científica disponible.
Ejemplos comunes:
- Deficiencia de hierro → hierro + vitamina C.
- Cabello débil y sin brillo → colágeno + silicio + biotina.
- Alopecia androgenética → saw palmetto + zinc + omega 3.
7. Información y educación al cliente
Explica:
- Por qué se indica el suplemento.
- Qué resultados puede esperar y en qué plazos (mínimo 3-6 meses).
- Posibles efectos secundarios o interacciones.
- La importancia de la constancia en el tratamiento.
8. Seguimiento clínico
- Evaluación periódica (cada 3-4 meses).
- Reevaluación de síntomas, evolución del cabello y repetición de análisis si procede.
- Ajustar dosis o retirar suplementación si ya no es necesaria.
- Acompañar siempre de recomendaciones nutricionales, higiénicas y/o tratamientos tópicos si corresponde.