Las últimas apariciones de Rosalía han convertido en tendencia el color blocking, técnica que supone una ruptura estética con los cánones en coloración. Luciano Cañete, director de Corta Cabeza, nos cuenta en qué consiste y cómo la aplican en sus salones.
El color blocking, en boca de todos debido al nuevo look de Rosalía, ha calado hondo en los salones más creativos e innovadores. Es el caso de Corta Cabeza, firma madrileña que ha convertido esta técnica de coloración en la gran protagonista de su última colección Glares. Esta tendencia, cada vez con más demanda en el salón, consigue que el color pase de complemento suave a gesto estético rotundo.

Según Luciano Cañete, la gran tendencia en peluquería no es fundir ni disimular, sino estructurar y distorsionar el color. El color blocking consiste en aplicar bloques definidos de color -a veces contrastados, otras complementarios- que se colocan estratégicamente en el cabello para modificar la forma, alterar volúmenes y generar un impacto visual directo.
Esta forma de entender la coloración se ha visto reflejada en la colección Glares, de Corta Cabeza. Un editorial, presentado recientemente, donde ya se podía apreciar cómo el color ejerce de herramienta gráfica, más allá de la iluminación o la fantasía.
Luciano Cañete, director de Corta Cabeza, explica este nuevo acercamiento a la coloración: “Durante años, el color se fundía en el salón; pero ahora sucede todo lo contrario. Buscamos que se vea. El color blocking, la distorsión del color, parte de eso: ya no queremos disimular, sino diseñar. Colocar un tono donde se cree estructura, volumen o dirección visual”.

El halo hair de Rosalía
La explosión mediática de esta tendencia llegó con el reciente lanzamiento del nuevo disco de Rosalía en Callao (Madrid). Entonces, la artista apareció con un look de base sobre el que descansa un halo rubio, una corona de luz envolvente. El impacto fue inmediato.
“A la mañana siguiente ya teníamos clientas preguntando por ese look. No hablaban de mechas, sino de forma. Querían un corte gráfico de color que redefiniera su cabello. El color ya no solo embellece: ahora construye”, señala Cañete.
El color blocking se adapta especialmente bien a cortes geométricos o estructurados como el bob, el long bob o los midi, aunque también se trabaja con éxito en melenas largas si se busca un efecto de alto impacto. Lo importante es su colocación: se trazan secciones limpias, con intención, para que el color dialogue con la forma.

“La luz se convierte en arquitectura. Ya no cae de forma natural, ahora se coloca. Es como dibujar sobre el cabello. Cada trazo tiene un sentido”, añade el estilista.
Además de su interés estético, el color blocking tiene ventajas funcionales: al no trabajar en la raíz, permite mayor margen entre retoques y es fácilmente adaptable a diferentes bases (morenas, rubias, cobrizas, etcétera) y a gamas frías, cálidas o incluso fantasía.
Desde Corta Cabeza recomiendan utilizar productos específicos para cabellos coloreados, proteger el color del sol y el calor, y realizar revisiones profesionales cada tres o cuatro meses para mantener la nitidez de los bloques.