Las pasarelas internacionales no solo dictan las próximas tendencias en moda, también inspiran directamente lo que se verá en los salones de peluquería. Este otoño-invierno, los looks presentados en París, Milán y Nueva York confirman un regreso a la naturalidad sofisticada, con un toque de rebeldía.
De la pasarela al salón
En París, los peinados efecto wet y pulidos hacia atrás dominaron las colecciones, aportando fuerza y minimalismo a cualquier look. En Milán, triunfaron las melenas con ondas suaves y brillo espejo, haciendo un guiño a la elegancia clásica italiana. Nueva York, siempre más atrevida, apostó por cortes gráficos y flequillos desestructurados, pensados para una generación que busca diferenciarse. Lo mejor de estas tendencias es que no se quedan en la pasarela: los clientes ya empiezan a pedir versiones adaptadas al día a día.
“En el salón, reinterpretamos lo que vemos en los desfiles, aunque con un enfoque más práctico y ponible. Por ejemplo, el efecto wet lo llevamos a recogidos fáciles para eventos; los cortes gráficos los suavizamos para que resulten favorecedores en distintas texturas de cabello”, explica Christian Ríos, al frente del Salón Christian Ríos Hair Couture (Vilanova i la Geltrú), peluquero y referente creativo en el sector.
Foto: Instagram @parisfashionweek. Imagen capturada por @eva.al.desnudo en el backstage de @courrèges.
Inspiración real, resultados versátiles
El reto para los profesionales es traducir la alta moda en estilos accesibles que realcen la personalidad del cliente. “La moda nos da la dirección, pero en el salón la tendencia se hace cercana. Ahí es donde podemos jugar con el color, el styling y los acabados para crear looks que no solo sigan la tendencia, sino que duren y funcionen en la vida real”, añade Ríos.
Con esta conexión entre pasarela y salón, la peluquería se consolida como una parte esencial de la moda y el estilo de vida actual. La idea es trasladar la inspiración de las grandes capitales a la rutina de cada cliente.