El pasado 8 de mayo, la familia y el equipo de la enseña Raffel Pages festejaron su centenario con una gala inolvidable en el Museu Marítim de Barcelona. Una velada “inmejorable”, en opinión de Carol Pages, CEO de la empresa. En la mente de todos/as, el gran Raffel: padre, abuelo, mentor y leyenda de la peluquería.
Acabáis de celebrar un siglo de amor por la peluquería con un lema: “Cien años peinando almas, creando belleza, inspirando futuro”. ¿Qué mensaje habéis querido transmitir con estas palabras?
Mi padre siempre hablaba de peluquería emocional, aquella que va más allá del tacto, la vista y los sentidos. Una peluquería de sensaciones que tenga en cuenta el mensaje que transmite y quiere transmitir la persona en su conjunto. Es importante que, tras un diagnóstico inicial, se tengan en cuenta un cúmulo de factores relacionados con la clienta: estilo de vida, atuendos, ropa, complementos, etcétera. En este sentido, el cabello ayuda a equilibrar la imagen de esa mujer que acude a nuestro salón. Nosotros seguimos esa filosofía volcada en las emociones y, de ahí, surge el lema de nuestro centenario.
Un centenario en el que habéis invertido ocho meses de trabajo. ¿Cómo has vivido este proceso y la gala del día 8?
Estos ocho meses nos han exigido una gran inversión y no me refiero, únicamente, al tema económico. Hemos invertido mucho esfuerzo físico, emocional y laboral. Nos hemos dejado la piel en este proyecto, y en concreto el último mes supuso un gran desgaste para todos nosotros. Aun así, el resultado ha sido impecable, inmejorable, justamente lo que buscábamos.
Este centenario ha sido, sobre todo, un homenaje a mi padre. Queríamos rendirle tributo al precursor que hizo grande el alma de la marca.
En la foto, Maite by Lola Casademunt junto a Carol y Quionia Pages, Ainhoa Aramburu y Beth Prats durante la gala del centenario.
Hablemos de uno de los momentos más espectaculares de la velada: el desfile con el que habéis resumido estos últimos 100 años de la peluquería. ¿Qué nos puedes contar sobre esta pasarela que abrió y cerró Nieves Álvarez?
La pasarela fue excepcional desde el minuto cero. Estoy impresionada con el trabajo de Nieves Álvarez, de las modelos y de todos los profesionales que formaron parte del desfile. El estilismo de Maite Casademunt fue excelente: supo interpretar lo que queríamos expresar. Además, nuestros equipos de peluquería y maquillaje lo hicieron muy bien. Tuvieron muchísimo trabajo, incluso a la hora de peinar a las muñecas Barbies que había encima de las mesas. Reitero: ha sido excepcional en todos los sentidos.
Volviendo al presente, ¿qué se lleva este año en corte, color y styling?
Sobre lo que se va a llevar este año, me gustaría recurrir a una frase mítica nuestra: “Corto o largo, lo importante es gustarse”. Evidentemente, aún están de moda las balayage y las medias melenas, aunque sobreviven los cabellos largos. Ante todo, se busca la naturalidad. Ahora en verano, seguirán siendo tendencia los cabellos con efecto wet (mojado).
Nieves Álvarez cerrando el desfile del centenario de Pages.
Actualmente, Raffel Pages cuenta con más de 65 salones en España, Francia y Portugal. ¿Nos podrías avanzar algunos de vuestros próximos proyectos en lo que queda de año y de cara al 2026?
En lo que llevamos de año, nos hemos centrado en el centenario. Durante los próximos seis meses, nos vamos a volcar en la formación, algo por lo que se nos conoce. Básicamente, formación para fortalecer a nuestros franquiciados. Por supuesto, este centenario ha servido para captar aún más clientela y hacer saber a la gente que somos líderes en puntos de venta y educación en nuestro país desde hace un siglo.
Además de formación, dirigida a franquiciados y colaboradores, destinaremos recursos al público final. ¿Cómo lo haremos? Mediante el Museo de Peluquería que ya cuenta con 14.000 piezas.
Y ya para acabar, ¿cómo definirías el legado de tu padre, Raffel Pages? ¿Qué te ha aportado a nivel profesional y personal?
En peluquería, mi padre ya sido uno de los grandes dentro y fuera del país. Ha sido un visionario, junto a otros profesionales del momento como Llongueras, Cebado y Cerdán. Todos ellos marcaron una época, cada uno con su estilo. La gente suele definir así el legado de mi padre. Para mí, aparte de crear una marca, consolidar una filosofía y una empresa familiar, fundó un museo de peluquería con una colección única. En mi opinión, este es su legado como empresario y estilista.
Como persona, mi padre me lo ha aportado todo. Ha sido mi padre, mi mentor, el abuelo de mi hija… Ante todo, ha sido alguien que me ha querido y a quien he querido de forma incondicional. ¡Todo lo que sé y soy se lo debo a él!