El cabello, al igual que el resto del cuerpo, envejece. En torno a los 40 años comienzan a apreciarse los primeros signos de ese envejecimiento capilar: el pelo está más débil, se va afinando y por tanto pierde densidad, volumen y vigor, está más seco y opaco, y también se cae más de lo habitual y crece a menor velocidad. Además, la pérdida de densidad no solo hace que el cabello sea visiblemente más fino y crespo, sino que también afecta a los rizos y ondas naturales desestructurándolos y alterando su forma natural. Con motivo de los tintes y decoloraciones, también suele perder su brillo natural, volviéndose apagado.
Por eso, nosotros realizamos un plan global de cuidados capaces de contrarrestar ese inevitable paso del tiempo para que nuestras clientas luzcan un pelo sano y voluminoso.
El primero de los cuidados debe ser profundo, y ahí desplegamos toda una carta de protocolos que traten todas esas consecuencias directas del envejecimiento capilar.
Una vez al mes es recomendable realizar un tratamiento de colágeno. El colágeno es una de las proteínas más abundantes de nuestro organismo. Su función es cohesionar tejidos y darles resistencia y elasticidad. El paso del tiempo hace que el colágeno se haga más escaso y de peor calidad. En el caso del cabello, esta degradación del colágeno se traduce en un pelo más fino, frágil, apagado y sin brillo. Un protocolo que aporta al cabello proteínas esenciales que llegan hasta el folículo capilar y fortalecen el pelo desde su nacimiento. Estas proteínas penetran hasta el córtex de la fibra capilar (su núcleo) a la vez que rellenan la cutícula y la refuerzan desde el interior. El pelo queda más brillante, suave e hidratado. En una sola sesión refuerza el cabello por dentro y por fuera para devolverle su elasticidad, darle brillo, cuerpo y suavidad.
Cada cambio de estación o cuando la caída del cabello empiece a ser más acuciante, conviene realizar un tratamiento revitalizante y estimulador del crecimiento. Ese es el objetivo del ritual regenerante, un protocolo HairSpa que combate la caída del cabello. Un exclusivo ritual en cabina completamente personalizado que combina los más poderosos extractos botánicos para fortalecer el cabello y combatir su caída.
Otra gran alternativa es el tratamiento Densité, un protocolo rico en stémoxydine, complejo hialurónico C y glucopéptidos que además de fortalecer y redensificar la melena, estimula los bulbos dormidos, lo que contribuye a la aparición de nuevos cabellos y en consecuencia a una melena más abundante.
En determinadas ocasiones, también apostamos por el tratamiento Serioxyl, un tratamiento combinado en el salón y en casa que gracias a la acción de cinco principios muy potentes actúa sobre las causas del afinamiento capilar. Por un lado, consigue engrosar el cabello, densificando la fibra capilar y fortalecerlo evitando la rotura. Y por otro, logra que el folículo piloso que está dormido o latente se reactive lo antes posible y comience a crecer, el resultado es una mayor densidad capilar y por tanto más volumen. Un tratamiento que, al cabo de tres meses de tratamiento, garantiza el nacimiento de 1.700 cabellos nuevos.
Otra herramienta con la que contamos en el salón es la enzimoterapia, un tratamiento natural de alisado capilar mediante enzimas reestructurantes y ácido tánico que reconstruye, hidrata, revitaliza el cabello, proporcionando más brillo y más cuerpo. Un tratamiento orgánico libre de formol y derivados. Lo verdaderamente interesante de este tratamiento es que nos podemos beneficiar de sus extraordinarias propiedades sin necesidad de alisar el cabello, el mayor o menor nivel de alisado dependerá de cómo sea la activación por calor.
Después de las coloraciones, es especialmente interesante recurrir a los baños de henna neutra. Un tratamiento de belleza totalmente natural y perfecto para fortalecer el cabello, revitalizarlo y aportarle volumen. Lo Ilumina, proporciona un brillo espectacular y un aspecto increíblemente sano.
Pero es imprescindible que los tratamientos se acompañen siempre de un cuidado trabajo de color y corte capaces de restar años en lugar de sumarlos.
A partir de los 40 años el color debería ser más claro, puesto que es cuando la piel comienza a mostrar líneas y signos de expresión. Suavizar los rasgos con reflejos y mechas más claros es un gran acierto. Todas las técnicas que parten del contouring también favorecen especialmente. Y en cuanto a los tonos, los que más rejuvenecen son los reflejos miel, los dorados, los rubios y los castaños cobrizos que dulcifican y quitan dureza a los rasgos.
A partir de determinada edad también conviene huir de las melenas largas y optar por melenas cortas o a la altura del hombro. Los cortes desestructurados son los más rejuvenecedores porque aportan ligereza, frescura y naturalidad. Dos de los cortes de moda, el pixie y el midi también son geniales a la hora de restar años. Además, los flequillos son una estupenda vía para quitarse años de encima. Lo único a tener en cuenta es que no valen para todo tipo de personas.
Información:
Eduardo Sánchez
Director de Maison Eduardo Sánchez
Claudio Coello, 57
28001 Madrid
www.maisoneduardosanchez.com